Lara me conoció a través de Mª José, la que me encargó la tarta de la Última Cena para su chico y como tenían pensado hacerle una fiesta sorpresa a su suegro por su sesenta cumpleaños, se puso en contacto conmigo. Tenía la idea bastante clara y me mandó lo que quería con unas cuantas fotos para ilustrarme.
La familia de su marido al completo suelen pasar las vacaciones en Boi Taüll y me contó que a Juan Carlos, el cumpleañero, le encantaban las iglesias románicas y en concreto la de Boi Taüll y siempre que van a esquiar, los lleva a visitarla.
Quería que hiciese algo parecido a la iglesia en tarta y que además, los hiciera a ellos inspirandome un poco en los legos de la tarta que le hice a su prima, pero con ropa de nieve. Como me había adjuntado algunas fotos, intenté que aunque fueran "legos" se reconocieran nada más verse y creo que lo conseguí ;)
A los pocos días me escribió para decirme que se rieron un montón con los monigotes y que la tarta estaba buenísima!
Era un bizcocho de chocolate relleno de ganaché de chocolate, aunque esta vez, con la particularidad de que Juan Carlos es alérgico a los frutos secos y tuve que cambiar de marca porque la que uso normalmente, lleva trazas.
Las fotos no son muy allá y es que entre mi poca habilidad con la cámara y que cuando quise terminar la tarta se había hecho de noche, no pude hacer más.
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