Laura y Voro son una pareja de amigos de Madrid a los que conozco desde hace ya bastantes años. Él es músico y toca el oboe en la que probablemente sea la orquesta más importante del país. Su afición a la música y, en concreto, a los instrumentos de viento viene de su padre quien, aunque no se ha dedicado profesionalmente a ello, es un gran trompetista.
Cuando me plantearon hacer la tarta de cumpleaños del padre de Voro el tema no generó la más mímima duda, por supuesto. Habría de ser una tarta musical dedicada a ese instrumento y me propusieron la gran idea de transcribir, rodeando la tarta, la particura de la canción de "Cumpleaños Feliz". Así que me enviaron la partitura y me puse manos a la obra. Me consta que el resultado le encantó al homenajeado.
El bizcocho es de chocolate, calado de almíbar de vainilla y relleno de chocolate y mermelada de frambuesa.
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