Hace unos días, recibí por primera vez el encargo de unas galletas. En ese momento me decidí por fin a abrir este blog. No se me ocurre mejor forma de empezar que compartir con vosotros la ilusión del primer pedido. Nace, pues, este blog el mismo día en que la destinataria de las galletas las habrá recibido. Ella no lo sabe pero en esa cajita blanca no solo he metido sus galletas sino también mucha, mucha ilusión.
Como os decía, Inma me encargó unas galletas para una amiga suya que acababa de dar a luz. Los colores elegidos fueron el rojo y el blanco y aunque, al principio, me chocó un poco la combinación, he de reconocer que el resultado me ha encantado.
Han quedado preciosas. ¡Me encantan!
ResponderEliminar(de paso pruebo a ver si te van bien los comments)
Que bonitas. Es un detalle precioso.
ResponderEliminarEs una combinación de colores que yo no hubiera elegido, sin embargo queda preciosa, me ha sorprendido mucho.
ResponderEliminarPreciosas y apetecibles...humm